FRAGATA
Gracias a los trabajos de Álvaro de Bazán fueron naciendo las antecesoras de las fragatas (tomando como base a unos pesqueros llamados zabras), buscando conciliar las ventajas respectivas de las ágiles galeras y las más pesadas pero robustas naos.
En 1583, durante la Guerra de los Ochenta Años, la Casa de Habsburgo recuperó los Países Bajos Meridionales de la rebelión alemana. Esto hizo que los puertos fueran ocupados por corsarios dunkerqueses al servicio de la corona española que atacaban a los holandeses y a sus aliados mediante barcos ligeros a los que se denominaba fragatas. Sus tripulaciones eran muy variadas, incluyendo flamencos, valones, españoles y gente de todos los Países Bajos y naciones circundantes. Su pasmosa efectividad, tanto en la lucha contra sus enemigos como actuando a su vez como corsarios infligía enormes pérdidas a la navegación comercial y pesquera enemiga. El modelo no tardó en ser copiado por las demás potencias, especialmente las en ascenso en el siglo XVII, Holanda, Francia y finalmente Inglaterra.